Durante algún tiempo me dediqué a acumular
cheatsheets, esas tarjetas y hojas que resumen un montón de conocimiento en un pequeño (bueno, no siempre tan pequeño) pliego de papel. Me recuerdan a los esquemas que hacía antes de un examen: aunque rápidamente se quedan cortas, a veces pueden resultar vitales para salir del paso y no perder tiempo consultando mastodontes enciclopédicos. Algunas son todo un ejemplo de cómo transmitir la máxima información con la mayor claridad y menor espacio posibles.
Como no podía ser de otra forma perdí mi colección, pero hace poco encontré
aquí unas cuantas relacionadas con la programación, espero que a alguien le resulten útiles o, al menos, curiosas.
Este post fue originalmente publicado el 10 de Septiembre de 2003. El destino quiso que se perdiera y mediante la caché de Google sólo he podido recuperar el texto y no los comentarios: mil perdones a sus autores.