Una de las críticas más repetidas en contra de Linux
era que su proceso de instalación
era complicado, el reconocimiento y la configuración del hardware sólo
estaban al alcance de algunos iluminados y el entorno de trabajo
era difícil de usar.
Pasar de Windows a Linux provoca un (en parte comprensible) rechazo y miedo al cambio de sistema operativo y aplicaciones: "¿De verdad podré hacer todo lo que hago con Windows? ¿De verdad es fácil de usar? ¿Y si se bloquea qué hago? ¿No perderé mis datos?".
Para suavizar ese salto podemos utilizar los Live-CD's: permiten probar una distribución de Linux directamente desde la unidad de CD-ROM, lo que tiene una consecuencia fundamental: si lo que ves no te gusta sólo tienes que reiniciar tu ordenador y volverás a tu entorno de trabajo habitual.
Esta característica permite buscar, comparar y probar sin ningún coste ni riesgo distintas "metadistribuciones": Live-CD's que contienen distribuciones Linux listas para ejecutarse. Cada metadistribución se diferencia de las demás en las aplicaciones que trae "de serie". De esta manera hay metadistribuciones para todos los gustos y podemos escoger la más adecuada a nuestras necesidades (ofimáticas, lúdicas, multimedia...).
Como muestra, un botón:
Gnome-Live CD, del Proyecto Metadistros de Hispalinux.